12.8.06

ACUICULTURA



En muchas ocasiones los diarios locales son hermosas fuentes de tonterías y disparates varios. Por eso me gusta hojearlos, ojearlos y recortar alguna que otra noticia. En ésta podríamos debatir el término "acuícula" pero, al empezar a leer, esa "a" de la primera linea ya desestabiliza mis pretensiones. Y es que "a destacado", aunque destaca mucho, siempre encontrará mil excusas para evitar el término de "analfabeto funcional". Duendes de imprenta, error de composición, prisas... Pero me quedo con una "a" que no sé qué hacer con ella.
La redacción de la nota no tiene desperdicio, porque si bien acepto lo de "productos pesqueros" aunque me suene raro, "acuícula" se lleva la palma. Y claro, ¿para qué poner "acuícola", que sería el término correcto si ya, en toda una demostración de cultura, el redactor en todo un alarde de "savoir faire" le encasqueta la tilde, como corresponde? Y es que es lógico: ¿cómo no se va a escribir "acuícula", si viene de "acuicultura"? Contundente razonamiento. Un poquito más abajo, en un párrafo que se inicia con "Por último" y que por cierto es hasta más largo que todo lo anterior, se aclara que el etiquetado es interesante "en las pesquerías tradicionales andaluzas". Ummm... ¿no querría decir "en las pescaderías"? No, porque entonces el "tradicionales" sobraría. Quizás, ahora sí, hubiera venido bien un "en la industria pesquera tradicional andaluza". Pero vamos, ¿para qué aclarar algo que está ya embrollado desde la "a", que es la primera letra del alfabeto?
Por último, me queda otra duda: vale que se etiqueten los productos pesqueros, pero ¿cómo se etiqueta la acuicultura?
Enhorabuena al redactor.
Consejo: volver a la escuela aaprender redacción y ortografía si tiene un poqito de tiempo.
Notas:
Acuicultura. Sustantivo. Femenino. Estudio o técnica de cultivo, más o menos intensiva, de especies vegetales o animales en agua dulce o marina.
Acuícola. Adj. Acuático, que vive en el agua.
Pesquero. Adj. De la pesca o relativo a esta actividad.

DENTÍFRICO



Esta nota proviene de la Oferta Educativa para los colegios de mi localidad, por parte de la Concejalía (me niego a llamarla Delegación) de Educación de mi Exmo. Ayuntamiento.No ya sólo el vulgarismo "dentrífico" por "dentífrico", que cala los dientes (alguien apunta que puesto que no existen en nuestro idioma palabras acabadas en "ífrico" y sí en "ífico", el vulgo, en la duda, adopta la solución más fácil, que es acabar en esto último) y que estoy harto de escuchar por todos lados.Tampoco la explicación del taller tiene desperdicio. La ausencia de comas nos enseña que cuando comemos algunos restos de alimentos... lo que me lleva a pensar que desde hoy no apuraré el plato que me corresponda. Si son los restos de los alimentos los que joden los dientes, pues eso que me ahorro.Falta también algún punto y, en el colmo del estilismo literario, en esas doce líneas se repite la palabra "dientes" once veces.¡Jo, qué país! A veces me pregunto si con estos timoneles conseguiremos alguna vez poder hacer gobernable el barco. Y también qué pensará la gente pues si los capitanes son así... ¿cómo será la marinería?
Notas.
Dentífrico. Dent(i) - Del latín "dens-dentis" (diente)
-frico - Del latín "fricare" (frotar, del que derivó también fregar).

19.5.06

ESTÚPIDA ETIMOLOGÍA


Es increíble como la imaginación popular se mete en etimologías que hacen propias y pretenden sentar cátedra como auténticas, cuando en realidad no son más que asociaciones rocambolescas y cutres que no conducen más que al enriquecimiento de egos personales, locales, regionales (¿tendría que decir autonómicos?) o nacionales.
Cuando establecen asociaciones fuera de toda regla sólo ridiculizan al “estudioso” que demuestra, en tal caso, una ausencia total, ora de escrúpulos, ora de conocimientos.
El ejemplo que presento es uno de los que más me han gustado siempre.
El profesor Orr llama a esto etimología asociativa, y suele darse entre frecuentemente entre parónimos, o sea palabras homónimas.
Empecemos con que el mencionado Tarif, o Tarik, parece que históricamente es tan real como el Santiago Patrón de España.
Eruditos ha habido que intentan, aún hoy, establecer una similitud entre Tarifa y Tartessos (¡cuánto honor!) mediante la supuesta evolución Tante >Tartessós>Tautes>Taussis>Tarssia >Taressia>Tarissia>Tarissa>Tarifa.
Bueno, es una opinión.
En el Diccionario Etimológico de Monlau (1881) observo:
“Tarifa: del árabe ta`rif, infinitivo del verbo “arrafa”, publicar, poner en conocimiento del público.
Tarifeño: De Tarifa, que recibió nombre del capitán Tarif, quien, por orden de Muza, recorrió las costas de Andalucía para preparar la invasión de los árabes.”
No pretendo desacreditar al decimonónico Monlau, desde luego. No sería capaz de tamaña osadía.
Que Tarifa, como topónimo, proceda de Tarif, bueno, no me importa.
Que se intente asociar ese nombre a “tarifa”, sustantivo, y además inventarse la historieta del impuesto por pasar las naves a las aguas desconocidas de plus ultra como que me suena jocoso. O más bien ridículo.
Y, ¡joder!, llamar impuesto revolucionario a ese supuesto impuesto, como que me establece un puente entre la historia pasada y la actual que me da un poquito de repelús.
Quede, pues, constancia de mi rechazo a esa etimología pachanguera y de mi deseo de que alguien nos libre de tanto licenciado Vidriera y de tanto erudito de trastienda.

18.5.06

OFERTA - DEMANDA


Sé que muchas veces a los redactores de noticias para los diarios se les exige velocidad, capacidad de resumir… Sé que están sometidos a mucha presión.
Pero también sé que a veces la velocidad sólo es una excusa para disfrazar ciertos defectos de formación básica.
A ver, cuando leo la noticia no me queda claro:
¿Por qué amplía Educación el número de unidades si, en realidad, la oferta ha superado a la demanda de plazas para este ciclo educativo?
No se me ocurre más que el convencimiento de que la mayoría de la gente sólo se quedará con el titular. La letra pequeña, como en los contratos, muchos no van a leerla. Y no se enterarán, desde luego que si la ofertas supera a la demanda jamás se crearían nuevas plazas. Al contrario, se suprimirían.
Quizás el periodista, poco hábil en esa ocasión, ha establecido la comparación contable “oferta – demanda” = “haber – debe”.
Y claro, así nunca pueden cuadrar las cuentas.
Suspenso, pues, en vocabulario básico… y en economía, por lo que recomiendo al espabilado que consulte las páginas económicas http://mi-cajon-desastre.blogspot.com/
En ellas están los conceptos expresados muy claramente. A lo mejor aprende algo.

(Nota al margen: Es increíble cómo funciona el "jabón", porque "como es habitual en estos casos" Educación no suele darse tanta prisa en crear nuevas unidades. Pero hay que tener contentos a dios y al diablo, digo yo)

PRESENTACIÓN

"¡YA ESTOY HASTA LAS NARICES!"
Utilizo esta expresión por no utilizar otra, malsonante pero más descriptiva, que sería un contrasentido con el objetivo de este blog.
Estoy harto de toparme por todos lados con una utilización del lenguaje que clama al cielo.
Y me propongo denunciarlo... aunque no sea nada mas que para mí, como válvula de escape.
Soy consciente de que incluso yo, como persona, estoy sometido a errores, pues no soy infalible (¡qué más quisiera!).
Pero bueno, incluiré aquí todo lo que vea que me choca, que me "rechina", que me llama la atención...
Hala, y que sea lo que la providencia quiera.